"Perro en la arena es uno de los varios nombres que le dieron (no tenía ninguno) a una pintura atribuída a Goya, de la que nadie puede entender su significado. Ni siquiera se sabe si es una obra terminada. Yo no la conocía y la primera vez que fui al museo del Prado me perdí en sus laberintos, y de pronto, vi un cuadro que me dejó muy impresionado. Es una composición singular, y así como podría representar un perro al que torturan enterrándolo en arena, también podriá ser la alegoría de un hombre paralizado por lo desconocido o un animal ante una tormenta, o bien, lo que la imaginación lleve a cada espectador.
Los colores son indefinidos, nada parece tener sentido en la composición o quizás podría tenerlos todos. La sensación que comunica es claramente la incomprensión o el desconcierto ante algo amenzanate o bello pero inevitable. El perro mira ese cielo sin comprender simplemente. Si fuese un humano, sin duda, intentaría descifrarlo aunque supiese que la partida esta perdida de antemano. Sobre esa idea escribí esta obra. Un simple humano actor, acostumbrado a vivir (imitar) muchas vidas no encuentra la razón de la suya propia, hasta que cree comprender que la vida no es más que la imagen que uno hace nacer en los demás."
Carlos Mathus
La edición de este libro se pudo llevar a cabo gracias a la colaboración de Antonio Leiva, Susana Blum, Pablo Arévalo y César Mathus.
